Pese no ser un estilo que un servidor frecuente en exceso, he de reconocer que he disfrutado como un cabron que esta recientisima ultima entrega de la banda suiza. Una dilatada carrera y un monton de discos avalan los ritmos arraigados en el psychobilly pero que respiran reminiscencias del punk en algunos de sus pasajes.
Quince temas que se extienden a lo largo de cuarenta interesantes minutos, cargados de excusas para dejarse llevar por lo bondadoso de sus sonidos y que dan ganas (muchas) de marcarse un bailoteo. Son las doce de la noche pasadas, estoy solo en el cuarto de maquinas con mis auriculares inalambricos a todas mecha y me esta costando no abrime una cervecita y marcarme unos dancings
Quince temas que se extienden a lo largo de cuarenta interesantes minutos, cargados de excusas para dejarse llevar por lo bondadoso de sus sonidos y que dan ganas (muchas) de marcarse un bailoteo. Son las doce de la noche pasadas, estoy solo en el cuarto de maquinas con mis auriculares inalambricos a todas mecha y me esta costando no abrime una cervecita y marcarme unos dancings